Escrito por Facultad de Ingeniería Universidad de Concepción
Luego de diez semanas intensas de aprendizaje teórico y trabajo multidisciplinario entre estudiantes de primero a sexto año de nuestra Facultad de Ingeniería y la Facultad de Ingeniería Civil Agrícola del campus Chillán, finalizó el piloto del Desafío FIA-Gearbox que buscaba encontrar soluciones reales a la escasez hídrica en las regiones de Ñuble y Bíobío.
Con propuestas concretas y muy bien evaluadas en su evolución tanto por los expertos de la Fundación para la Innovación Agraria, FIA, como por los propios ejecutivos de formación de Gearbox, finalizó, el pasado 26 de agosto, el primer piloto del Desafío entre la alianza FIA-Gearbox.
“Se lograron identificar problemas mucho más específicos y eso llamó la atención, que al ser estudiantes lograran proponer soluciones coherentes, con un grado de factibilidad importante y no menor de innovación”, comentó Yeribert Galaz, Ejecutivo de Formación de Gearbox.
Gonzalo Rueda, Ingeniero Agrícola y Representante Macrozonal de Ñuble y Bíobío de FIA indicó también estar muy conforme con el resultado final de la actividad. “Hubo varias propuestas bastantes interesantes y entre esas algunas muy simples pero con gran potencial de aporte a los productores. Nuestra evaluación es muy positiva y por tanto queremos seguir trabajando con Gearbox en futuros desafíos”, expresó.
Cabe destacar también la importancia en la transferencia de conocimientos de innovación, que tanto los estudiantes como Yeribert, destacaron como uno de los aspectos más relevantes de este aprendizaje. “Ellos(as) ya saben cómo es un proceso de innovación, si bien es cierto todo era más bien formativo y no hubo un trabajo en terreno producto de la pandemia; sí pudieron entender cómo se debe ejecutar y para el día de mañana ya tienen nociones y herramientas para desarrollarlo”.
Para Javiera Carrasco, estudiante de quinto año de Ingeniería Ambiental del Campus Chillán “fue muy interesante compartir otros puntos de vista respecto a sus compañeros de grupo, así como trabajar en áreas en las que mi carrera no se enfoca tanto; personalmente yo no tenía conocimientos en innovación, así que esta experiencia me deja algunas nociones muy útiles para el futuro”.
La experiencia del trabajo multidisciplinario fue un componente clave de valor agregado para todos los estudiantes, quienes concordaron que en el intercambio de ideas y visiones distintas se encuentra el camino para desarrollar soluciones más completas e integrales.
“Fue una gran oportunidad de aprendizaje, tanto teórica en innovación como multidisciplinaria. No siempre está la posibilidad de trabajar en equipos diversos y a mi parecer funcionó muy bien; se nota que es muy valioso, en comparación a trabajar con una sola especialidad, ya que se exponen diferentes puntos de vista según la experiencia y especialidad de cada uno y ese complemento fue muy positivo y nos permitió llegar a mejores resultados”, comentó Nora Tapia, estudiante de sexto año de Ingeniería Civil Metalúrgica.